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April 07, 2017 2 Comments
Dentro de los anillos, merecen un apartado especial los anillos de boda y de compromiso o pedida. En la actualidad, en los países occidentales, al igual que en otras épocas de la historia, los anillos han estado estrechamente ligados a unos votos o una promesa, de ahí el nombre de anillo de compromiso. Los anillos de compromiso suelen llevar piedras preciosas (diamantes, granates, espinelas, topacios, turmalinas, etc.) así como metales nobles, tales como oro y / o platino.
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Llevamos utilizando anillos desde hace milenios. Ya sea para adornarnos, mostrar un status de poder, riqueza o nuestro estado civil (bien sea pasado, presente o futuro), tanto hombres como mujeres hacemos uso de ellos.
A pesar de todos los cambios tecnológicos habidos, así como variaciones en modas, usos y costumbres, pocas cosas han cambiado tan poco durante el transcurso de los tiempos como los anillos. La esencia de un anillo sigue siguiendo la misma, un aro de metal u otra materia, más o menos embellecido y a veces adornado con gemas, todo ello envuelto de muchísima simbología y sentimientos.
Uno de los ejemplos más claros de la eterna belleza de esta pieza de joyería, es el anillo de dos dedos: éstos fueron usados en el Imperio Romano y en la era Bizantina durante los siglos IV, V y VI, en la zona del Mediterráneo Oriental. Constaban de dos anillos soldados de oro y solían estar adornados con gemas, tales como amatistas, esmeraldas, perlas, aguamarinas, granates, etc.
Hoy en día podemos seguir viendo el mismo diseño en las manos de estrellas famosas como Beyonce o en los mejores de diseños de grandes joyeros, como el maravilloso anillo de dos dedos de cristal de roca y diamantes de Boucheron, colección Rives du Japan Ricochet collection.
Roman two-finger ring - 4th c. British Museum, Beyonce with two-finger ring (Brooklyn Bridge).
Dentro de los anillos, merecen un apartado especial los anillos de boda y de compromiso o pedida. En la actualidad, en los países occidentales, al igual que en otras épocas de la historia, los anillos han estado estrechamente ligados a unos votos o una promesa, de ahí el nombre de anillo de compromiso. Los anillos de compromiso suelen llevar piedras preciosas (diamantes, zafiros, esmeraldas, topacios, turmalinas, etc.. ) y metales nobles, tales como oro y/o platino.
La costumbre es que el prometido regale a su amada un anillo, y que aceptando el anillo, acepte también la propuesta de un futuro matrimonio. El anillo de compromiso es un objeto tangible de un contrato futuro.
La historia de los anillos de compromiso y de boda se remonta milenios atrás.
A todo el mundo le gusta diseñar y personalizar este pequeño aro de metal cargado de simbología. Pero, ¿cómo han evolucionado los anillos de boda y de compromiso hasta nuestros días, desde cuándo se usan, quiénes los usaban?. Para hablar de todo esto, tendremos que remontarnos en el tiempo y darnos cuenta que desde los antiguos egipcios hasta nuestros días, hay algunas cosas que han permanecido inalterables.
La fascinación que sentimos hacia las joyas es tan antigua como nuestra propia historia, los primeros restos arqueológicos prehistóricos datan de 85.000 años, en Taforalt o la “Grotte des Pigeons” una cueva situada en el norte de Oujda, Marruecos; en esta cueva se hallaron cuentas de concha cubiertas de ocre de color rojo, que eran usadas como adorno. Podríamos decir que estas conchas fueron nuestras primeras “joyas”.
Lo más parecido que podemos encontrar en la prehistoria a los anillos de boda o compromiso, en cuanto a la simbología se refiere, son cuerdas de hierba trenzada que nuestros antepasados de hace más de 40.000 años usaban para envolver las muñecas, los tobillos o la cintura de sus compañeras. Si bien el acto en sí no era tan romántico como nos puede parecer a simple vista, ya que según los antropólogos el fin de tal “joya” era poder controlar el espíritu de la mujer.
Será en la Edad Antigua, cuando encontremos los primeros vestigios de los anillos de boda y compromiso.
Los antiguos egipcios, hace más de 6.000 años, dotaron al anillo de una simbología especial: “la eternidad”, Estos aros eran realizados con cáñamo o cañas, posteriormente se empezó a usar materiales más duraderos, como el marfil o la piel.
Los Antiguos Egipcios daban muchísimo valor al matrimonio, cuyo fin era el de tener hijos; el padre de la muchacha era el que tenía la última palabra, y ni la prometida, ni la madre del novio, tenían ningún tipo de poder de decisión y no sería hasta la Vigésima Sexta Dinastía, cuando se empezó a tener en cuenta el consentimiento de la novia. A pesar de lo que nos pueda parecer, la mujer en el antiguo Egipto gozaba de muchísimos más derechos que las mujeres occidentales de esa época.
Anillo de bodas de oro con lapislázuli con el símbolo de la vida (Anj), el símbolo de la estabilidad (djed - unos pilares) y el símbolo del poder (was – cetros). Período Meroítico 300 A.C. – Antiguo Egipto & Sudán Imagen: British Museum
Plinio el Viejo, en su obra “Naturalis Historia” LibroXXXIII Historia Natural de los Metales - Capítulo 4 . El origen de los anillos de oro” menciona la costumbre de dar a la mujer desposada un anillo de hierro. (“pronubus ánulo” o anillo de compromiso), así como el uso público de los anillos de oro.
"Aquellos que habían recibido anillos de oro con motivo de una embajada, sólo los llevaban en público, reanudando el uso de los anillo de hierro cuando estaban en sus casas. Es en virtud de esta costumbre que incluso en la actualidad, un anillo de hierro (“anulus pronubus” o anillo de compromiso) se le da a la mujer cuando es desposada, y también, sin ningún tipo de piedra en ella“.
Anillo de boda Romano del S. III, con los retratos de un hombre y una mujer así como una inscripción romántica en latín. Podríamos deducir que los romanos comenzaron a personalizar los anillos de boda
Para los antiguos romanos los contratos de boda eran un asunto muy serio. Si el anillo de bodas era muy costoso, la novia no lo llevaba todos los días, si no que usaba un anillo de hierro. Muchos de estos anillos tenían forma de llave, otro símbolo más, lo más seguro es que significase el control de la mujer sobre los objetos de valor de la casa .
La otra teoría, señala al anillo como un regalo que hacía el padre de la novia al novio en el día en que se iba a casar, con la esperanza de que el anillo puzle le calmara ante la noche de bodas.
Los anillos puzle aparecieron en el continente europeo en el S. XII. En ellos se basaron los anillos Gimmel.
El Liber Iudiciorumo Lex Visigothorum fue un conjunto de leyes visigodas, dispuestas por el rey Recesvinto y promulgadas en el año 654 D.C.. Este conjunto de leyes recogía en su gran mayoría las antiguas leyes romanas y añadía nuevas, y fueron de aplicación tanto a la población goda como a la romana.
En su libro 3, hace mención expresa a los matrimonios y al divorcio, y en ella podemos encontrar mención expresa en cuanto al uso de los anillos en el contrato formal del matrimonio: “Cuando se haya celebrado la ceremonia de los esponsales, y el anillo haya sido dado o aceptado como una promesa, aunque nada haya sido escrito, la promesa no se romperá bajo ninguna circunstancia.”
Anillo de compromiso de oro y zafiro azul. Siglo XIII – XIV – Fuente: British Museum
In 860 AD, Pope Nicolas I explained in a letter the practice of the use of engagement rings in the Western Church. This epistle was the reply to a series of consultations formulated by Boris I of Bulgaria regarding the differences between the practices of the Roman Catholic and Eastern Orthodox churches.
Uno de los primeros usos documentados de un anillo de compromiso elaborado con diamantes, data de 1477, en el compromiso del Archiduque Maximiliano de Austria con María de Borgoña.
En el 1475, Constanzo Sforza entregó a Camilla de Aragón un anillo de diamantes como anillo de boda y un poema:
Dos antorchas en un anillo de fuego ardiente
Dos voluntades, dos corazones, dos pasiones
Todos unidos en el matrimonio por un diamante
Durante la Reforma Protestante, el anillo de compromiso fue reemplazado por el anillo de bodas.
En el siglo XVIII son muy populares los anillos Gimmel y los Posie. Si bien los anillos Posie también eran utilizados como regalo para expresar un sentimiento que no implicaba compromiso formal.
La época victoriana viene marcada por dos hechos muy importantes, uno de ellos fue el descubrimiento de diamantes en Sudáfrica en el 1866, lo que implicó un aumento de producción de las minas de diamantes, e hizo que fueran más populares, si bien seguían siendo utilizados por los aristócratas y nobles de la época.
Otro hecho también muy importante para la joyería, fue el sentimiento romántico de los victorianos. Durante este periodo una nueva tendencia comenzó a fraguarse, los anillos eran más llamativos, y se usaron muchísimas piedras preciosas, tales como esmeraldas, granates, rubíes, espinelas, amatistas, topacios, aguamarinas, peridotos, etc.
Después de la Primera Guerra Mundial y de la Gran Depresión, la compra de anillos de compromiso se redujo drásticamente en Estados Unidos, y el precio de los diamantes bajo en picado. La empresa De Beers realizó una de las mejores campañas de marketing hasta la fecha. Con su famoso “un diamante es para siempre”.
El diseño del anillo de compromiso de seis puntas que eleva al diamante por encima de la banda, se lo debemos a Tiffany & Co, con su célebre Tiffany Setting.
Otro diseño muy famoso en cuanto a anillos de compromiso es el Trinity de Cartier (1924), que consta de 3 bandas entrelazadas con oro de diferentes colores, oro amarillo (simboliza fidelidad), oro blanco (amistad) y oro rosa (amor).
Hoy en día y en parte debido a la globalización, estamos más abiertos a otras culturas, tendencias, noticias, etc. Esto ha hecho que hagamos nuestras, aquellas prácticas que más se adaptan a nuestra forma de ser.
Una de las normas es que no hay normas o reglas establecidas. Los matrimonios en muchos países son entre personas del mismo sexo, ya no es “solo” tarea del hombre el hecho de pedir en matrimonio a la mujer, tanto anillos de compromiso, como de boda, son usados por hombres como por mujeres; y pueden decidir libremente si quieren hacer uso de ellos o no.
Por lo que, preferimos personalizar estos pequeños aros para que sean únicos e irrepetibles, al igual que nosotros.
Existía la creencia que desde el cuarto dedo de la mano izquierda corría una vena que iba directamente hasta el corazón, a esta vena se la llamaba “vena amoris”. El sistema circulatorio era desconocido en ese período, pero lo más seguro es que éste sea el motivo por el cual los anillos de compromiso y de boda se colocan en el “dedo anular” o cuarto dedo.
Durante la historia y dependiendo de la zona geográfica los anillos se han llevado en diferentes dedos de la mano. En Inglaterra durante el siglo XVII, los anillos de boda se solían llevar en el pulgar; los galos y los britanos los llevaban en el dedo del medio o dedo corazón. En algunos países es una práctica habitual ponerse el anillo de compromiso en la mano derecha y después de la boda en la izquierda, las costumbres varían en todo el mundo. En qué dedo y en qué mano colocamos los anillos depende entre otros muchos factores de las diferentes culturas.
No podemos hablar de anillos de compromiso y de boda sin hablar del matrimonio. El matrimonio tal y como hoy lo conocemos ha variado a lo largo de la historia. Conocemos las costumbres de las bodas en la antigüedad gracias a las descripciones oficiales de las bodas realizadas entre personas ricas e influyentes. El acto en sí del matrimonio, era un desfile en el cual se mostraba lo poderosas que eran dichas familias, con grandes banquetes, juegos, espectáculos, etc.
A partir del S. XV el acto de la boda supuso una parte más pública donde la comunidad participaba de él. En este rito el padre entregaba a la hija y el marido la llevaba a su casa. Al igual que otros muchos regalos, la novia pasaba a ser propiedad del esposo, como un objeto más. Ni que decir tiene que dichas bodas, suponían pactos de estados en algunas ocasiones, y si bien no tenían nada que ver con el amor, no por ello estaban menos cargadas de simbología.
No sería hasta el 1563 cuando quedaría regulado el sacramento del matrimonio, en el Concilio de Trento, bajo el reinado del Papa Pío IV. Hasta esa fecha, sólo con el consentimiento mutuo bastaba, no era necesario casarse en la iglesia, ni que un sacerdote presidiese el sacramento, y por supuesto no eran necesarios los anillos, testigos, etc. Los matrimonios clandestinos eran habituales, ya que era la única forma de conseguir “una boda por amor”.
Había varios ritos muy simbólicos dentro de la ceremonia del matrimonio, como era el “impalmamento”, es decir el momento en que las manos se entrelazaban en la firma del contrato nupcial. O el “anellamento” o día del anillo, cuando el anillo se colocaba en el dedo y se intercambiaban los votos, este acto se solía realizar en la casa de la novia con el padre o tutor como testigo, a continuación la novia era llevada a casa de su marido de forma pública, lo que se denominaba “menare a casa”. Durante el Renacimiento los anillos Fede fueron muy utilizados y representaban de una forma concisa la ceremonia del matrimonio.
Las Piedras Preciosas están estrechamente relacionadas con las religiones y las creencias del ser humano, a las gemas se les han atribuido poderes mágicos desde hace siglos. Ya en escritos antiguos, como los de Plinio el Viejo, no sólo se describían las propiedades físicas de las gemas, sino también los poderes mágicos u otras virtudes, que en esa época se pensaban que tenían. Las piedras del nacimiento, piedras natales o de la fortuna, se han usado en la antigüedad y se siguen usando hoy en día.
Al igual que hoy dotamos al diamante el “poder” del amor eterno, siglos atrás esos mismos poderes se le atribuían a otras muchas piedras, el rubí “era beneficioso para la salud”, la aguamarina “protegía”, la perla era símbolo de “pureza”, etc.
Hoy en día el mercado da un abanico muy amplio donde poder elegir la mejor piedra preciosa para nuestro anillo de boda o de compromiso. Hay gemas con una dureza muy buena y con una gran gama de colores, como son la turmalina, la espinela y el zafiro, podemos encontrar piedras sintéticas a buen precio, y piedras naturales de todos los precios que nos podamos imaginar. Todas las elecciones son buenas, desde el diamante hasta la zirconita.
Lo único que hay que hacer es pensar en el diseño de nuestro anillo, si va a llevar una piedra preciosa, cuál es la que más nos gusta, elegir la que mejor se adapte en cuanto a color, talla, tamaño, presupuesto, etc. Y una vez que lo tenemos todo, ponerle mucho amor.
No olvides visitar nuestro blog sobre Anillos de Compromiso con Historia. Desde los anillos bizantinos hasta los anillos de diamantes de nuestros días, haremos un repaso de los más importantes.
Agradecimientos
Muchísimas Gracias a Jenny Marchese (www.wildflowerfloralevents.com) por confiar en nosotros y dejarnos participar en este hermoso proyecto. Has creado un anillo muy especial con una de mis gemas, añadiendo diamantes cargados de historia familiar y amor.
Y a Roser y Bene por dejarme ser parte de su vida.
To my customers for trusting us and customize their jewelry with my gems.
Muchas muchas gracias de corazón.
April 11, 2017
Gracias a ti, por poner talento y amor a partes iguales en el diseño de nuestros anillos. No solo son espectaculares sino únicos y reflejan a la perfección lo que somos.
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Bn
April 16, 2017
Gracias por reflejar tan exactamente lo que somos y como somos, lo que sentimos y como nos sentimos. Gracias por unos anillos tan especiales y tan nosotras.